Un microcontrolador es un dispositivo electrónico programable, que consta de una CPU, memoria, entradas/salidas (E/S) y periféricos. Estos periféricos incluyen dispositivos como puertos serie, temporizadores, contadores, conversores analógicos-digitales y dispositivos de comunicación. Estos microcontroladores se usan en una amplia variedad de aplicaciones, desde pequeños dispositivos de consumo hasta sistemas industriales de alta complejidad.
Cada microcontrolador tiene tres partes principales: la CPU, la memoria y los periféricos.
CPU: La CPU (Unidad Central de Procesamiento) es el cerebro del microcontrolador. Es la parte del microcontrolador que realiza los cálculos y ejecuta instrucciones. Está formada por un circuito integrado (IC) con millones de transistores, que realizan cálculos y reciben y procesan instrucciones. Estos son los datos y las instrucciones que se almacenan en la memoria del microcontrolador.
Memoria: La memoria del microcontrolador es donde se almacenan las instrucciones y los datos que necesita la CPU para realizar sus cálculos. Esta memoria puede ser de tipo ROM (memoria de sólo lectura), RAM (memoria de acceso aleatorio) o EEPROM (memoria electrónica programable). Dependiendo del microcontrolador, esta memoria puede tener diferentes capacidades.
Periféricos: Los periféricos son dispositivos que están conectados al microcontrolador para proporcionarle funcionalidad adicional. Estos incluyen puertos serie, temporizadores, contadores, conversores analógico-digitales y dispositivos de comunicación. Estos periféricos permiten que el microcontrolador realice una variedad de tareas, como controlar motores, leer sensores, comunicarse con otros dispositivos, etc.
En conclusión, un microcontrolador consta de tres partes principales, la CPU, la memoria y los periféricos, todos los cuales trabajan juntos para permitir que el microcontrolador realice sus tareas. Estas partes trabajan de forma interconectada para permitir que el microcontrolador realice sus funciones.
