La Biblia es un libro que contiene muchas enseñanzas y conceptos que pueden ser difíciles de entender en un primer momento. Una de las palabras que aparece con frecuencia en las Escrituras es «conocer» o «conocimiento». En este artículo, exploraremos el significado de estas palabras en la Biblia y cómo se relacionan con nuestra vida diaria.
Antes de profundizar en el tema, es importante tener en cuenta que la palabra «conocer» en la Biblia no se refiere solo a tener información sobre algo o alguien. En la mayoría de los casos, se refiere a una experiencia personal y profunda de algo o alguien. Es decir, no se trata solo de saber acerca de algo, sino de tener una relación íntima con ello.
Significado bíblico de «Conocer o Conocimiento»
El término «conocer» en la Biblia tiene varios significados. En primer lugar, puede referirse a tener un conocimiento intelectual o cognitivo de algo o alguien. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, Dios le dice a Moisés que «conozco su dolor» (Éxodo 3:7), lo que significa que Dios entendía y sabía acerca del dolor que su pueblo estaba experimentando.
Sin embargo, el significado más profundo de la palabra «conocer» en la Biblia tiene que ver con una relación personal y cercana con alguien. La palabra hebrea para «conocer» es «yada», que significa «saber por experiencia». Por ejemplo, cuando la Biblia dice que Adán «conoció» a Eva, no se refiere simplemente a que él sabía quién era ella, sino que tuvo una relación íntima con ella (Génesis 4:1).
En el Nuevo Testamento, la palabra griega para «conocer» es «ginosko», que también puede significar «entender» o «saber». Sin embargo, su significado más profundo se relaciona con una relación personal con Dios. Jesús dijo: «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado» (Juan 17:3). Aquí, el conocimiento no se refiere solo a tener información sobre Dios, sino a tener una relación personal con él a través de Jesucristo.
Versículos bíblicos con la palabra «Conocer o Conocimiento»
- «Y conoció Adán a Eva su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: ‘Por voluntad de Jehová he adquirido varón'» (Génesis 4:1).
- «Y el hombre conoció a Eva su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín, y dijo: ‘Por voluntad de Jehová he adquirido varón'» (Génesis 4:1).
- «Y Jehová dijo: ‘¿He de encubrir yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado sobre él'» (Génesis 18:17-19).
- «Y Moisés dijo al pueblo: ‘No temáis, estad firmes y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos'» (Éxodo 14:13-14).
- «Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8:32).
Conclusión
En resumen, la palabra «conocer» en la Biblia no se refiere solo a tener información sobre algo o alguien, sino a tener una relación profunda y personal con ello. En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea «yada» se refiere a saber por experiencia, mientras que en el Nuevo Testamento, la palabra griega «ginosko» se relaciona con una relación personal con Dios.
Por lo tanto, cuando hablamos de conocer a Dios, no nos referimos solo a tener información sobre él, sino a tener una relación personal y profunda con él a través de Jesucristo. Esta relación nos permite conocer su voluntad, su carácter y su amor por nosotros, lo que nos lleva a una vida de obediencia y servicio a él.