Introducción
En este artículo, exploraremos las 10 principales diferencias entre una sociedad y un autónomo. La creación de una sociedad es una forma de negocio más compleja que la de un autónomo, con más responsabilidades legales y contables. Esto significa que una sociedad debe registrarse en el Registro Mercantil, mientras que un autónomo se limita a realizar una declaración de actividad.
Diferencias
1. El primer aspecto a destacar es que una sociedad es una entidad jurídica distinta del propio empresario o empresarios, mientras que un autónomo es una persona física. Esto significa que los bienes y las responsabilidades de ambos no se confunden.
2. El segundo aspecto a considerar es el capital social. Una sociedad cuenta con un capital social determinado por los socios, mientras que un autónomo solo tiene una cantidad limitada de capital propio para invertir.
3. La responsabilidad de los socios es limitada en el caso de una sociedad, mientras que los autónomos tienen responsabilidad ilimitada por los daños y perjuicios causados.
4. El tercer punto a destacar es que una sociedad se inscribe en el Registro Mercantil, mientras que un autónomo se limita a realizar una declaración de actividad.
5. El cuarto punto a tener en cuenta es que la contabilidad de una sociedad es más compleja que la de un autónomo, ya que hay que registrar todas las operaciones realizadas.
6. Un quinto aspecto importante a considerar es la retención del IVA. En el caso de una sociedad, la retención del IVA es obligatoria, mientras que los autónomos no tienen obligación de hacerlo.
7. La sexta diferencia a considerar es la forma de pago de los impuestos. Una sociedad debe realizar el pago de los impuestos trimestralmente, mientras que los autónomos lo hacen anualmente.
8. El séptimo punto a tener en cuenta es el régimen fiscal. Una sociedad está sujeta al régimen de sociedades, mientras que un autónomo está sujeto al régimen de trabajadores autónomos.
9. El octavo punto a destacar es que una sociedad tiene acceso a financiación bancaria, mientras que los autónomos tienen que recurrir a financiación propia.
10. Por último, un noveno punto importante a considerar es que una sociedad puede tener empleados, mientras que un autónomo no tiene esta posibilidad.
Conclusión
Por lo tanto, se puede concluir que hay numerosas diferencias entre una sociedad y un autónomo. Una sociedad es una entidad jurídica distinta del empresario, tiene un capital social y responsabilidad limitada, se inscribe en el Registro Mercantil, tiene una contabilidad más compleja, debe realizar la retención de IVA, debe pagar impuestos trimestralmente, está sujeta al régimen de sociedades, puede acceder a financiación bancaria y puede tener empleados. Por el contrario, un autónomo es una persona física, tiene un capital propio limitado, tiene responsabilidad ilimitada, solo necesita realizar una declaración de actividad, tiene una contabilidad más sencilla, no necesita retener el IVA, paga impuestos anualmente, está sujeto al régimen de trabajadores autónomos, no puede acceder a financiación bancaria y no puede tener empleados.