Calleva Atrebatum es el nombre de una antigua ciudad ubicada en la actual Silchester, Hampshire, Inglaterra. La ciudad tiene una rica historia que se remonta a la Edad de Hierro, cuando fue un oppidum, o ciudad fortificada, de la tribu de los Atrebates.
La ciudad se convirtió en una importante ciudad romana después de la conquista romana en el año 43 d.C. y fue la capital de la civitas de los Atrebates. Sin embargo, después de la partida de los romanos, la ciudad fue abandonada y nunca volvió a ser habitada.
El nombre «Calleva» proviene del idioma britónico antiguo y se cree que significa «Gran Muro». Esto puede estar relacionado con el hecho de que la ciudad estaba rodeada por una muralla de piedra que medía aproximadamente 3,2 km de largo. La muralla tenía cuatro puertas principales y estaba reforzada por torres y bastiones. Esta muralla fue construida durante la Edad de Hierro y fue utilizada y reforzada durante la época romana.
En la Edad de Hierro, Calleva Atrebatum fue la capital de la tribu de los Atrebates, que habían emigrado desde el continente europeo. La ciudad era un importante centro comercial y estaba situada en una posición estratégica en la intersección de varias carreteras importantes que conectaban el sur de Gran Bretaña. En el año 43 d.C., la ciudad fue conquistada por las tropas romanas bajo el mando de Aulo Plaucio, y se convirtió en una ciudad importante en la provincia romana de Britannia.
Durante la época romana, Calleva Atrebatum se convirtió en la capital de la civitas de los Atrebates, que era una subdivisión administrativa de la provincia de Britannia. La ciudad estaba situada en una zona fértil y rica en recursos, lo que la convirtió en un importante centro de producción agrícola e industrial. La ciudad tenía un anfiteatro, un foro, templos, baños públicos, termas y una red de carreteras que la conectaban con otras ciudades importantes de la provincia.
Después de la partida de los romanos en el siglo V, la ciudad fue abandonada y nunca volvió a ser habitada. A lo largo de los siglos, la ciudad fue cubierta por capas de tierra y vegetación, lo que ayudó a preservar sus ruinas. En el siglo XIX, las excavaciones arqueológicas comenzaron a descubrir los restos de la ciudad y se han llevado a cabo regularmente desde entonces.
La ciudad ha sido objeto de numerosas excavaciones arqueológicas y gran parte de sus ruinas se pueden visitar en la actualidad en el sitio conocido como Silchester Roman Town. El sitio incluye las ruinas de la muralla, el anfiteatro, el foro, las termas, las calles y las casas de la ciudad. También hay un pequeño museo en el sitio que exhibe algunos de los hallazgos arqueológicos de la ciudad.
Hay teorías sobre la posible causa del abandono de la ciudad, que incluyen la plaga de Justiniano y la conquista por parte de los anglosajones en 568. La plaga de Justiniano, que se cree que fue una pandemia de peste bubónica, afectó a todo el Imperio Romano y se extendió por Europa, Asia y África en el siglo VI. Algunos historiadores creen que la plaga de Justiniano afectó gravemente a la población de Calleva Atrebatum y contribuyó a su abandono.
La conquista anglosajona también podría haber sido un factor importante en el abandono de la ciudad. Los anglosajones eran un pueblo germánico que comenzó a migrar a Gran Bretaña en el siglo V y gradualmente se establecieron en el país. La invasión anglosajona llevó a la creación de varios reinos anglosajones en Gran Bretaña, que eventualmente se unificaron para formar el Reino de Inglaterra.
Actualmente, la ciudad es objeto de un proyecto de excavación que busca revelar más información sobre su historia. Un equipo de arqueólogos ha estado excavando en la ciudad durante los últimos 18 años y ha recibido una subvención de £1 millón para continuar su trabajo. Uno de los objetivos del proyecto es determinar si la rápida expansión de la ciudad durante la época romana fue el resultado de un aumento de la población local o de la inmigración francesa en el siglo I a.C.
En conclusión, Calleva Atrebatum es una ciudad antigua con una rica historia que se remonta a la Edad de Hierro. Durante la época romana, la ciudad se convirtió en un importante centro comercial y cultural en la provincia romana de Britannia. Sin embargo, después de la partida de los romanos, la ciudad fue abandonada y nunca volvió a ser habitada.
La ciudad ha sido objeto de numerosas excavaciones arqueológicas y sus ruinas se pueden visitar en la actualidad en el sitio conocido como Silchester Roman Town. El proyecto de excavación en curso busca revelar más información sobre la historia de la ciudad y podría arrojar luz sobre su rápido crecimiento durante la época romana. La ciudad es un importante testimonio de la rica historia de Gran Bretaña y es un destino popular para los amantes de la arqueología y la historia.