¿Cuál es el antivalor de tolerancia?

La tolerancia es un valor importante para la convivencia, la comprensión y el respeto a la diversidad. Desafortunadamente, también se ha convertido en un antivalor que nos paraliza para actuar. Esto se debe a que, en muchos casos, la tolerancia se entiende como una aceptación pasiva de la realidad, sin tomar en cuenta que, a veces, se requieren cambios para alcanzar una mejor convivencia.

Aun así, hay una diferencia entre ser tolerante y ser complaciente, y esta diferencia es muy importante para entender cuál es el antivalor de la tolerancia. Cuando se es complaciente, se acepta sin cuestionar las acciones y decisiones de otros, sin pensar en el bien común o en el interés de la sociedad. En el caso de la tolerancia, esto no es así. La tolerancia implica el respeto a la diversidad, el entendimiento de la realidad y, en algunos casos, el compromiso de cambiar aquello que no está funcionando.

El antivalor de la tolerancia es la indiferencia, la aceptación pasiva de las cosas como están. La indiferencia es una forma de cerrar los ojos ante la realidad, no hacer nada para cambiarlo y aceptarlo como algo inamovible. Esto significa que no se hace nada para mejorar la situación, para evolucionar, para avanzar hacia una sociedad mejor.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que, a veces, la tolerancia se utiliza para justificar el abuso. Esto sucede cuando alguien es tolerante con el abuso y no hace nada para detenerlo. Esto es un antivalor porque el abuso no debería ser tolerado, y el hecho de ser tolerante con él, significa que se está permitiendo que siga sucediendo.

Finalmente, hay que destacar que, muchas veces, la tolerancia se utiliza como una forma de evitar el conflicto. Esto sucede cuando alguien se muestra dispuesto a aceptar cualquier situación, sin cuestionarla, para evitar tener una discusión. Esta actitud es un antivalor porque, a veces, los conflictos necesitan ser resueltos para alcanzar una mejor convivencia.

En conclusión, el antivalor de la tolerancia es la indiferencia, la aceptación pasiva de la realidad, sin cuestionarla ni tratar de cambiarla. También hay que tener en cuenta que, a veces, la tolerancia se utiliza para justificar el abuso y para evitar el conflicto. Por estas razones, es importante no confundir la tolerancia con la complacencia, y entender que la tolerancia implica respeto, entendimiento y compromiso con el cambio.

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